¿Qué es la imagen personal?
La imagen personal es nuestra carta de
presentación.
Refleja la manera en que queremos
relacionarnos con el mundo y con los demás.
Decimos más con el cuerpo que con las palabras
y somos más sinceros.
El cuerpo es un elemento magnífico de
comunicación y es la tarjeta de presentación de una persona, que debe ir
acompañado del control del lenguaje verbal y no verbal.
Cuando hablamos de Imagen personal, no
nos referimos solo a la vestimenta sino a algo mucho más amplio que incluye
también la postura, los movimientos, los rasgos físicos, la manera de caminar,
la mirada, la risa, el tono de voz, la higiene, la cortesía, la educación,
etc. Es decir, es un estilo de vida, una
forma de ser y actuar y cada persona tiene la suya.
Es muy importante cuidar nuestra
imagen personal porque es lo primero que los demás ven de nosotros y, aún sin
pronunciar palabra, podemos transmitir datos y proyectamos nuestra personalidad
a través de la imagen que ofrecemos al exterior.
Es necesario mantener una coherencia
entre cuatro canales de información que se utilizan al transmitir cualquier
mensaje: apariencia exterior, tono y modulación de la voz, gestos e
indumentaria. Cuando alguno de los
elementos no armonizan con el resto coloca al oyente en la disyuntiva de creer
lo que escucha o lo que ve.
“La primera impresión es la que
cuenta”
Según los psicólogos sociales, cuando
se produce el encuentro con una persona, el período crítico son los primeros 5
minutos y las impresiones que se formen durante ese tiempo persisten y se
refuerzan. Como dicen las frases
populares: “La primera impresión es la que cuenta” y “No existe una segunda
oportunidad para causar una primera impresión”.
La imagen personal es como una foto,
lo que los demás ven de nosotros en una mirada rápida.
Por otro lado, la buena presencia, ser
y sentirse agradable a la vista de los demás, hace a las personas más seguras
de sí mismas, lo cual mejora su desarrollo personal, profesional y social.
La regla de oro para transmitir una
buena imagen es: “estar a gusto y seguro con uno mismo”.
Tu estilo - Estudio de Imagen
Imagen personal: todo lo que necesitás saber
¿Te acordás de
esa frase "la primera impresión es lo que cuenta"? Si bien en una
entrevista de trabajo se conversará sobre nuestras capacidades y experiencias,
también le estaremos dando información a nuestro interlocutor con nuestra ropa,
el maquillaje elegido, cómo nos sentamos y más. Es nuestra carta de
presentación frente al mundo. Consejos para tener en cuenta.
La imagen personal es
nuestra carta de presentación frente al mundo. Ella se construye no sólo a
través de nuestra vestimenta sino a través de una gran diversidad de variables.
Si aprendemos a manejar los distintos elementos que conforman nuestra imagen
tendremos más oportunidades de causar una buena impresión en nuestro
interlocutor.
Componentes para tener
en cuenta:
* La propia conducta. Se trata de prestar atención a cómo nos desenvolvemos e interactuamos
con los demás. Dentro de este aspecto, está la comunicación no verbal, por
ejemplo, la forma en que miramos o los gestos que hacemos (incluyendo el uso de
las manos y cómo sonreímos). Todo proyecta una imagen de nosotros en nuestro
destinatario, mucho más fuerte que las palabras mismas.
* La proxemia. Tiene que ver con cómo manejamos el espacio en el que estamos. ¿Nos
quedamos sin “avanzar” esperando a que el otro nos indique dónde ubicarnos o
mostramos que somos capaces de ocupar cierto territorio? Este tema es muy
importante en las entrevistas laborales. Por ejemplo, si nos indican que
entremos a una sala de reuniones para esperar al entrevistador, el lugar donde
nos ubiquemos dará un mensaje acerca de cómo percibimos nuestro rol y el suyo
en esa situación.
* La vestimenta. En un contexto laboral, la vestimenta debe ser
cuidadosamente seleccionada para no dar una imagen errónea. Lo que se busca en
estos casos es la sobriedad, que acompañará a nuestro comportamiento y a las
palabras que utilicemos. Lo que decimos con las palabras debe quedar manifiesto
también en nuestra apariencia. En este aspecto, una falta de sincronía entre lo
que expresamos y lo que mostramos suele perjudicarnos muchísimo. Para las
mujeres, es importante no excederse con prendas que puedan ser demasiado
sugerentes (el escote, el largo, los colores). Los hombres, por su parte, deben
hacer que sus prendas sean coherentes con la imagen que quieren que el otro
tenga de ellos, prestando atención al largo de las prendas, los colores y las
combinaciones.
* Los accesorios. Menos es más, ya que queremos estar arreglados pero sin distraer la
atención de nuestras capacidades para el puesto de trabajo en cuestión. El
calzado juega un rol importante. Para hombres y mujeres se usan zapatos
cerrados y más bien clásicos. La mujer debe usar un calzado cerrado que no
muestre el talón ni los dedos ni demasiada piel. El hombre debe usar calzado
cerrado, si es posible acordonado, que es el más formal y procurar siempre que
el mismo esté en condiciones.
* El cabello. Es otro elemento clave, ya que puede contribuir a nuestra imagen o
bien puede distorsionarla por completo. El entrevistador o nuestro jefe, si ya
estamos trabajando en esa empresa, al relacionarse con nosotros o entablar un
diálogo, estará mirando nuestro rostro, y es imposible que no vea nuestro
cabello, de ahí su importancia relativa. Este punto es especialmente relevante
para las mujeres, ya que el objetivo es que estemos arregladas sin que se pueda
interpretar como un elemento sensual. Por ejemplo, se desaconseja el cabello
suelto con ondas o rulos, porque el constante movimiento o manipulación del
mismo se percibirá como una actitud sugerente y puede atentar contra la imagen
que deseamos proyectar.
* El maquillaje. Apelar a la sobriedad no significa dejar de usar maquillaje sino
utilizar aquellos tonos que resulten más sentadores y pertinentes. ¿Qué opinión
te merecería una candidata a un puesto laboral con un labial colorado intenso?
En todos estos
aspectos, sería ideal que nos juzguen solamente por nuestras habilidades o
conocimientos, pero la realidad es que estamos en contacto con otras personas,
y la manera en la que nos desenvolvemos resulta vital. El rol que juegan las
percepciones es un factor que incide en el ámbito laboral. ¿Quién le hubiera
dado un puesto de trabajo a Elle Woods, la abogada que sólo vestía rosa en “Legalmente
Rubia”?
En nuestra mente están
instalados ciertos “prototipos” o “modelos de lo esperable”, que dominan
nuestro imaginario a la hora de encontrarnos con alguien. Si la imagen personal
no responde de alguna manera a estas expectativas sociales, sufriremos un
problema en la comunicación, favoreciendo malentendidos, bloqueando el interés
de nuestro interlocutor y entonces perdiendo lugares que esperábamos alcanzar.
Lo que manifestamos
con nuestras palabras es obviamente relevante, pero constituye un pequeño
porcentaje en relación a las demás variables que venimos desarrollando. Y otro
de los grandes factores es el paralenguaje. Es decir, la
manera en la que decimos las cosas, el tono que les damos a las palabras, la
modalidad que asumimos al hablar, todo eso da cuenta de nuestra percepción y
nuestros sentimientos. El sentir, la energía y hasta la forma de modular que
pongamos al hablar, hará variar por completo la respuesta del otro, aunque
nuestro discurso sea el mismo.
Es vital pronunciar
las palabras correctamente, mantener un tono de voz natural que no sea monótono
durante la conversación, hablar de forma pausada evitando los extremos
(demasiado rápido o lento). Que el receptor entienda el mensaje es
responsabilidad del emisor por lo que debemos considerar todos los aspectos
anteriores a la hora de comunicarnos en la oficina o en una entrevista laboral.
Importancia de la Imagen personal
Cuando hablamos de la imagen personal, en muchas ocasiones se centra demasiado la temática en la belleza exterior o si viste bien, la persona. Hay que decir que esto es un error importante porque de lo que estamos hablando es de algo más que la apariencia o la estética. La imagen personal empieza en un descubrimiento de nosotros mismos. Si sólo lo centramos en la fachada, lo que haremos será presentar a los demás alguien que no somos y que, en la mayoría de los casos, lo único que están haciendo será actuar hacia los demás.
Redescubrirnos significa parar, sentarse frente a nuestro propio espejo y darnos cuenta de quienes somos. Es un proceso muy sencillo y, a la vez, una forma que tenemos de quitarnos de encima todo lo superfluo.
En un primer momento lo que tenemos que ver son los puntos negativos a nivel personal. Qué es lo que nos gusta de nosotros y en qué nos equivocamos. Al mismo tiempo también valorar cuáles son nuestros puntos positivos y que es lo que nos gusta de nosotros. Lo más importante es la sinceridad con uno mismo.
Una vez que tengamos esto claro lo demás es un poco más sencillo. Tenemos que tener en cuenta que lo que nosotros mostremos a los demás es la imagen que los demás recibirán de nosotros, por eso es muy importante ser sinceros con uno mismo a la hora de que nos conozcan.
La imagen personal se basa en unos factores muy concretos: la personalidad, el carisma, vestuario, actitud y la credibilidad.
Cuando nos referimos a la personalidad, nos referimos a que la persona se tiene que mostrar tal como es. Nadie le cae bien a todo el mundo, nadie es feliz las 24 horas del día, nadie está perfecto siempre. Todos tenemos muchas virtudes y defectos y lo que tenemos que hacer es aprovechar lo mejor de cada uno y los defectos, corrigiéndolos poco a poco. Mostrarnos tal cual somos es un punto positivo para nosotros y para la gente que nos rodea y, si la aplicamos a la parte laboral, mucho mejor porque eso crea, en muchos aspectos y situaciones, lazos positivos de confianza que pueden ser muy positivos en el trabajo.
El carisma es algo que se va trabajando cada día, con una actitud positiva y con las ganas de mejorar a nivel individual. La actitud es muy importante, ya que si es positiva, si es buena y la trabajamos ganaremos muchísimo a la hora de lograr lo que queramos.
En cuanto al vestuario, también es importante para la imagen personal. Pero tampoco tenemos que parecer alguien que no somos. Lo mejor es, si tenemos cualquier duda en ese aspecto, contar con alguien que nos ayude, de su punto de vista independiente, con ello.
En cuanto a la credibilidad, es importante que las personas que conozcamos, ya sea en el ámbito privado como en el ámbito profesional, sepan quién tienen delante de ellos, qué confíen en nuestro potencial porque confían en la persona, en quién es, cómo es y en lo que transmite a los demás.
Comprendiendo la importancia de la imagen personal
¿Qué es la imagen personal?
Aspectos que abarca la imagen personal
¿Qué es la imagen personal?
Aspectos que abarca la imagen personal
¿Qué
es la imagen personal? ¿Qué aspectos deben ser considerados para lograr una
imagen positiva?La imagen personal no sólo abarca nuestra vestimenta y
apariencia, sino que es un concepto que va mucho más allá, tal como veremos en
esta nota.
La imagen personal es una fuerte herramienta, ya sea de
ventas, de negociaciones o de vida social. Sin embargo, es un término algo
confuso que mucho se suele confundir con la estética, e incluso a menudo se la
ha relacionado con el engaño. Pero no es más que comunicación publicitaria.
La imagen personal es la manera en la que nos presentamos en
el mercado, de manera integral. Con ello nos referimos a que la imagen (aunque
el término de por sí apele a lo visual) es un complemento de la estética o la
apariencia física y la percepción abstracta.
Debemos recordar que, para comprender la ideología del
marketing personal, debemos contemplar las técnicas y nociones del marketing de
productos. Nosotros somos nuestro propio producto, y podemos hacer claras
apreciaciones al pensar en el tema de esta manera.
En su aspecto físico, la imagen personal se refiere no a un estándar
de belleza convencional, sino a “lo que se ve”. Se trata de la manera en la que nos
presentamos, incluyendo nuestro aseo personal, el cuidado de
nuestro cuerpo, incluso nuestro corte de cabello o la ropa que vestimos. Todo
ello habla de nosotros a nivel persona: de nuestra dedicación a la tarea, de
nuestra adecuación a la situación, y de la manera en la que queremos mostrarnos
al cliente, al proveedor, al socio o a superiores.
Vestir soleras veraniegas al trabajo puede ser apropiado para
una empresa afín, pero no lo será para una oficina formal. Por ello, debemos
comprender que la imagen personal, en lo que respecta a la apariencia, deberá
adecuarse a la situación, sin seguir estándares rígidos, sino en una casuística
específica para cada escenario laboral, empresarial y social.
Si hemos desarrollado un producto y queremos comercializarlo,
seguramente prestaremos buena atención al diseño de su envase, a su packaging
de venta, y a sus contenidos. De igual modo, al presentarnos en un escenario
laboral prestaremos atención a nuestro envase (cuidando de nuestro cuerpo y
apariencia), a nuestro packaging (vistiendo adecuadamente, con prendas limpias
y en buenas condiciones) y a los contenidos (nos referimos a todos los anexos
físicos a la labor, como nuestra agenda, nuestro ordenador, tarjetas personales
y de visita).
En lo abstracto nos referimos a lo no táctil, que también
hace a nuestra imagen personal. Son aquellas nociones que, de un modo no
visual, siguen siendo visibles. Se trata de nuestro porte, nuestra confianza,
el reflejo de nuestras capacidades mediante el lenguaje y la conducta.
Volvamos al ejemplo del producto. Digamos que nuestro
producto es una crema de manos con capacidades regenerativa. Ya hemos hablado
del envase, del packaging y de tu etiqueta. Ahora hablamos del producto en sí:
hemos pasado tiempo desarrollando un producto adecuado al mercado, con una
elaboración cuidada y bien establecida, que busca su lugar en un mercado
saturado, confiándose en sus capacidades regenerativas.
En este ejemplo, el tiempo de desarrollo será el tiempo que
hemos pasado y que pasamos aprendiendo nuevos conceptos y cultivándonos; y los
ingredientes de creación serán nuestras capacidades, aptitudes y actitudes. Seguramente
los habrás comentado en la etiqueta (en el CV), pero también debes convidar
tales nociones en tu conducta, y luego en la práctica (la crema es suave,
brillante y vistosa y, al usarla, cumple con su promesa).
Así, la imagen personal se convierte en un concepto fácil de
comprender, que puedes desarrollar y aplicar para tu desempeño laboral.
Que importante lectura! justamente yo estoy buscando aspectos que contribuyen a mejorar la imagen personal y profesional para mi es una de las principales cosas que se fijan las empresas cuando te contratan la imagen personal!
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