¿Qué es la comunicación?
Es el proceso mediante el cual transmitimos y recibimos datos,
ideas, opiniones y actitudes para lograr comprensión y acción. Etimológicamente
proviene del latín communicare que se traduce como: “Poner en común, compartir
algo”.
También en castellano el radical “común” es compartido por los
términos comunicación y comunidad. Ello indica, como punto etimológico, la
estrecha relación entre "comunicarse" y "estar en
comunidad". En pocas palabras, se "está en comunidad" porque
"se pone algo en común" a través de la "comunicación".
La
comunicación aparece en el instante mismo en que la estructura social comienza
a configurarse, justo como su esencial ingrediente estructural, y que donde no
hay comunicación no puede formarse ninguna estructura social. "la relación
comunitaria humana consiste en la emisión-recepción de mensajes entre
interlocutores en estado de total reciprocidad, siendo por ello un factor
esencial de convivencia y un elemento determinante de las formas que asume la
sociabilidad del hombre".
Para que haya comunicación es necesario un sistema compartido de
símbolos referentes, lo cual implica un intercambio de símbolos comunes entre
las personas que intervienen en el proceso comunicativo. Quienes se comunican
deben tener un grado mínimo de experiencia común y de significados compartidos.
El interés por la comunicación ha dado como consecuencia
diversidad de modelos de este proceso, con diferencias en cuanto a
descripciones y elementos. Ninguno de ellos puede calificarse de exacto; sino
que algunos serán de mayor utilidad en determinado momento para estudios
específicos. Además, muchos modelos son complementarios entre sí y esto permite
profundizar la labor de análisis y presentación de soluciones donde existan
problemas de comunicación en caso concretos.
Existen dos vertientes o tendencias en cuanto a modelos de
comunicación, por un lado los que se centran en el proceso propiamente dicho y
en la semiótica por el otro .
La primera vertiente es la comunicación como proceso y se centra
en el proceso comunicacional desde un ángulo bastante científico y exacto; aquí
el concepto central es la transmisión de mensajes a través de un proceso
eficiente donde tiene gran relevancia el rol de codificadores y decodificadores
que cumplen los emisores y receptores respectivamente.
La segunda vertiente parte del punto de vista semiótico,
contribuye a la creación y estabilidad de valores sociales, por el mismo hecho
de que se preocupa por el contenido del mensaje y sus implicaciones socioculturales
en las conductas generadas en el receptor del mensaje. Dicha vertiente es de
gran relevancia en esta investigación que tiene por objeto el estudio de la
comunicación como medio para afrontar el cambio social y organizacional.
Esta tendencia, que parte de la semiótica (ciencia de los signos y
los significados), asume que la comunicación es la producción e intercambio de
mensajes que interactúan con las personas para producir sentido lógico, para
poner en común determinados conceptos y así lograr objetivos compartidos.
Tipos de comunicación
Verbal: es la que se basa en la palabra y puede ser de dos tipos:
• Oral
• Escrita
No Verbal: es la que se transmite principalmente a través de la expresión corporal ( gestos, movimientos)
Comunicar
La comunicación es un elemento básico generador de la
sociabilidad, es a través de ella que el hombre se nutre y preserva su carácter
como ser eminente de convivencia, además de promover la solidaridad social y el
espíritu cooperativo entre los grupos. Para que toda comunicación sea posible y efectiva es necesario que los individuos adquieran determinadas "competencias" o conocimientos sobre la lengua, el entorno, la cultura, entre otros.
Competencia Comunicativa/ Competencia Lingüística
Se entiende por competencia lingüística a la habilidad para utilizar
la lengua, es decir, para expresar e interpretar conceptos, pensamientos, sentimientos,
hechos y opiniones, a través de discursos orales y escritos y para interactuar
lingüísticamente en todos los posibles contextos sociales y culturales.
Escuchar, hablar y
conversar son acciones que exigen habilidades lingüísticas y no lingüísticas
para establecer vínculos con los demás y con el entorno. Conllevan la utilización
de las reglas propias del intercambio comunicativo en diferentes contextos, y
la identificación de las características propias de la lengua hablada para
interpretar y producir discursos orales adecuados a cada situación de
comunicación.
Leer y escribir son
acciones que exigen desarrollar las habilidades para buscar, recopilar,
seleccionar y procesar la información y que permiten al individuo ser competente
a la hora de comprender y producir distintos tipos de textos con intenciones
comunicativas diversas.
La competencia básica
en comunicación lingüística implica un conjunto de destrezas, conocimientos y
actitudes que se interrelacionan y se apoyan mutuamente en el acto de la
comunicación. Las habilidades necesarias tanto para escuchar y comprender
discursos diversos, como para formular las ideas propias a través de la lengua
oral. Incluyen las estrategias necesarias para regular el intercambio
comunicativo y asimismo, las habilidades para leer y comprender textos diferentes
con distintos objetivos de lectura y para escribir tipos de textos variados con
diversos propósitos, controlando el proceso de escritura en todas sus fases.
Los conocimientos o
conceptos son necesarios para la reflexión sobre el funcionamiento de la lengua
y sus normas de uso. Se concretan en conocimientos sobre aspectos lingüísticos,
socio lingüísticos y pragmáticos de la lengua.
Las actitudes
incluyen aquéllas que favorecen la escucha, el contraste de opiniones y el
respeto hacia los pareceres de los demás, así como el interés por la comunicación
inter cultural. La aceptación y el respeto por lo “diferente”. De la misma
manera, se debe impulsar una actitud positiva hacia la lectura como fuente de
placer y de aprendizaje y hacia la escritura como instrumento de regulación
social y de transmisión del conocimiento.
Desarrollar esta
competencia supone aprender las lenguas mediante su uso en situaciones y
contextos de comunicación diversos, puesto que las destrezas o procedimientos,
contenidos imprescindibles para la mejora de la competencia en comunicación
lingüística, sólo se desarrollan a partir del uso y de una reflexión sobre el
mismo para lograr su mejora. La observación y análisis del lenguaje en
situaciones de uso es imprescindible para afianzar el dominio de este
instrumento, y conlleva la reflexión sobre todos los elementos implicados en el
uso de la lengua.
Contexto
Contexto es un término que deriva del vocablo latino contextus y que se refiere a todo aquello que rodea, ya sea física o
simbólicamente, a un acontecimiento. A partir del contexto, por lo tanto, se
puede interpretar o entender un
hecho.
Este entorno supone que el contexto
puede ser material (“El
delincuente sacó provecho del entorno natural para esconderse detrás de los
árboles”) o
simbólico (el entorno social, el entorno económico, histórico, situacional u otro).
El contexto está formado por una serie de circunstancias (como el tiempo y el espacio físico) que facilitan el entendimiento de un mensaje. Por ejemplo: un portal que publica un título como “Carlos descansó” no brinda los datos necesarios para que el lector logre decodificar el mensaje. En cambio, el titular “Tras jugar cuatro partidos en dos días, el tenista Carlos López descansó y no se presentó a entrenar en el comienzo de la preparación para la Copa Davis” puede ser interpretado sin problemas ya que presenta información relevante sobre el contexto.
El contexto está formado por una serie de circunstancias (como el tiempo y el espacio físico) que facilitan el entendimiento de un mensaje. Por ejemplo: un portal que publica un título como “Carlos descansó” no brinda los datos necesarios para que el lector logre decodificar el mensaje. En cambio, el titular “Tras jugar cuatro partidos en dos días, el tenista Carlos López descansó y no se presentó a entrenar en el comienzo de la preparación para la Copa Davis” puede ser interpretado sin problemas ya que presenta información relevante sobre el contexto.
El contexto lingüístico, por otra parte,
hace referencia a aquellos factores que están relacionados con la etapa
de generación de un enunciado y que inciden en su significado e
interpretación. Esto supone que un mensaje depende de la sintaxis, de la gramática y del
léxico, pero también del contexto.
Se denomina contexto extralingüístico al
lugar, los posibles interlocutores, la clase de registro y el momento en que un
acto lingüístico se
concreta. Estas circunstancias tienen incidencia sobre la comprensión de la
situación lingüística.
El contexto es tan importante en la comunicación que
debería ser lo primero a analizar a la hora de leer un libro, mirar una
película, escuchar una canción o simplemente hablar con otra persona.
Partiendo desde las diferencias culturales y llegando a las variaciones presentes en un mismo lenguaje, dentro de un mismo país, es evidente que aquello que para unos es correcto, para otros puede no serlo. Por ejemplo, en algunas culturas es de buena educación comer usando las manos en lugar de cubiertos, mientras que en otras esa actitud puede ser tomada como repugnante y falta de civilización.
Partiendo desde las diferencias culturales y llegando a las variaciones presentes en un mismo lenguaje, dentro de un mismo país, es evidente que aquello que para unos es correcto, para otros puede no serlo. Por ejemplo, en algunas culturas es de buena educación comer usando las manos en lugar de cubiertos, mientras que en otras esa actitud puede ser tomada como repugnante y falta de civilización.
Con el idioma sucede lo mismo; entre amigos de una
franja etaria, es común que se utilicen códigos que no resultarían
apropiados en otro entorno. Esto se ve mucho entre adolescentes, ya que su
forma de hablar tiende a ser atolondrada y a estar colmada de modismos, de
manera que si una persona anciana oye una conversación de este tipo
probablemente no entienda casi nada. Lamentablemente, no siempre las
diferencias contextuales son razonables, ya que a veces surgen de una falta de
compromiso con la lengua y no debido a una serie espontánea de modificaciones.
Proceso de significación
La comunicación como proceso de producción social de los sentidos
Existen muchas formas
diferentes de comunicarse, diversidad de
formas en las que un sujeto se comunica. La comunicación se puede encontrar en
todos lados, todo los que nos rodea está atravesado por la comunicación.
La palabra comunicación rápidamente es asociada a una
conversación entre dos o más personas, o sinónimo de medios masivos de
comunicación, lo cual no está mal, pero hay que entender que la comunicación no
es solo medios de comunicación o intercambio de palabras entre dos o más
personas, existen otros elementos que comprenden a la comunicación y la convierten en una ciencia susceptible de
ser estudiada.
En la vida cotidiana,
ante los hechos que suceden día a día, tomamos una postura, construimos una
mirada, una visión, un determinado punto de vista sobre la complejidad de los
hechos. En ese momento estamos produciendo un sentido, que no en todos los
casos va a coincidir con el sentido que le dio la persona que tenemos al lado.
Cada persona de acuerdo al contexto que lo rodea, en concordancia con sus
costumbres, sus valores, su ética, su socialización, va construyendo y
produciendo un sentido, que de ninguna manera es estático o definitivo, sino
que se va transformando y renovando a medida que el sujeto va adquiriendo
nuevas experiencias vividas y se va enfrentando a nuevos desafíos que lo
colocan y lo definen en un determinado lugar, lo sitúan en la posición de
hacerse nuevas preguntas o repreguntarse lo ya existente.
La mejor manera de
definir a la comunicación como una producción social de sentido, es citando las
palabras de Beatriz Sarlo quien dice, el sentido es “encontrar la clave de
acontecimientos cuyo significado no es evidente”
Si se hace referencia a los medios como un tradicional
objeto de estudio de la comunicación, y a lo que hoy se denominan mediaciones
mediáticas, se puede decir que la comunicación debe ser entendida como un
proceso social, que permitirá percibir la producción mediática de aquello que
se presenta, no como un fin en sí misma,
sino que cobra sentido y pertinencia en la medida en que se convierte en una
herramienta para lograr un cambio en algún aspecto de la sociedad.
Todos construimos significados y producimos diferentes
sentidos de la realidad que nos rodea,
producir ese sentido de las cosas que nos interpelan, puede ser
considerado una práctica cultural inherente a la sociedad.
Hay tantos sentidos posibles de interpretar un hecho, como
personas hay en el mundo, el significado que cada sujeto le atribuye a las
cosas esta mediado por ese contexto que lo define como tal. Pero también es
cierto que al convivir en una misma sociedad, compartiendo ciertos sentidos
comunes, es bastante probable que las personas interpreten cosas similares de
ciertos hechos, ideas, etc. o al menos, dentro de un campo posible de significación.
Es por esto que se comienza a considerar a la comunicación
como una producción social de sentido, se piensa en las producciones de
significados que le atribuyen los sujetos, en el sentido que le otorgan a las
construcciones propias, o a las que le son ajenas.
Podríamos decir que lo importante que aportan los estudios
de comunicación, reside en la posibilidad que brinda la comunicación como
ciencia de poder captar, explicar, mostrar y analizar las producciones que
construyen los sujetos acerca de determinados acontecimientos, el significado
que le atribuyen, el sentido que le dan a las diferentes complejidades por las
que atraviesa la sociedad, como así también de comprender y explicar el proceso
mediante el cual eso se produce.
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